La gran obra de Krishna Dvaipayana Vyasa, quien escribió el Mahabharata, no es simplemente una historia que ustedes pueden presenciar como un drama televisivo, como lo tienen en estos días. No es una novela que puedan leer en su tiempo libre por placer personal. Es un estudio de la naturaleza humana. Es una historia, sin duda, pero no meramente una historia política como la historia de Inglaterra, Europa o India, como la leen en sus universidades. Esta es una historia del carácter humano, del desarrollo de la psique humana y los altibajos del desarrollo humano a lo largo del tiempo, desarrollo no meramente confinado a un punto particular en el tiempo. Así que se puede decir que esta gran epopeya del Mahabharata es una historia del proceso del tiempo, no la historia de la India, no la historia de los Bharatas. Es la historia de la humanidad concebida en la estructura misma del tiempo.
El término "humanidad" debe entenderse en el
contexto de la creación misma del mundo, y no a la luz de los hallazgos
antropológicos o históricos modernos, que comienzan la historia humana en algún
momento después del 3000-4000 a. C. La historia del mundo no comenzó solo en
ese momento; comenzó cuando comenzó la creación misma. Se puede decir que la
historia comenzó cuando Brahma creó a
Manu, o Dios creó a Adán y Eva. Por
lo tanto, para ustedes, desde el punto de vista de lo que tengan que aprender
del Bhagavadgita, la historia puede considerarse como un proceso cósmico. En un
lugar del Bhagavadgita, el gran Maestro se refiere a Sí mismo como el Espíritu
del Tiempo. Kālo’smi loka-kṣaya (Gita 11.32): "Estoy aquí ante ti como el
Espíritu del Tiempo que transforma el mundo".
La transmutación es el proceso de creación y destrucción, y
todos están involucrados en este proceso de tiempo, que básicamente es una
mutación. El tiempo nunca se detiene ni por un segundo. Sufre una
transformación. Es un conflicto entre el presente y el futuro. Absorbe el
pasado en el presente y avanza hacia el futuro. Hay una actividad continua que
se lleva a cabo con cada persona y cada cosa involucrada en el tiempo. Hay una
confrontación de las tres fases del proceso del tiempo -pasado, presente y
futuro- algo que va, algo que viene, o podemos decir más prosaicamente, algo
que muere y algo que nace. Es algo parecido a una guerra. La historia de la
humanidad, que es la historia de la creación en sí misma, es una historia de
acontecimientos que mueren y nacen que constituyen el conjunto de la historia.
Dios le habla al hombre en el Bhagavadgita. No es un Krishna
individual el que le habla a Arjuna. La simbología, la cosmicidad, la sugestión interior que es inmanente en toda la
epopeya del Mahabharata es algo que hay que leer entre líneas. Los poetas no
escriben simplemente líneas; los grandes poetas también escriben algo entre
líneas. Esa es la grandeza del poeta. Pueden leer a Valmiki, Vyasa, Milton y
Shakespeare. No solo les dicen palabras, sino que también les dicen algo que no
han dicho a través de las palabras; ese es el espíritu de la poesía. Es lo que
está entre líneas, entre palabras, lo que los conmueve, los estimula, los
embelesa y hace que lo lean una y otra vez. Las palabras, por supuesto, se
anotan en todas partes. Cada palabra del Mahabharata, cada palabra inglesa
usada por Shakespeare puede estar en el diccionario y ustedes saben cuál es el
significado de esas palabras, por lo que ninguna palabra en Shakespeare puede
considerarse desconocida para ustedes. Pero, ¿por qué los inspira Shakespeare?
No son solo por las palabras, sino por el ajuste de las palabras, la fuerza que
se espera que las palabras generen al compilarlas de una manera particular. Ese
es el poder del poeta. La poesía los inspira mucho más que la prosa,
especialmente la gran poesía, la poesía épica. El Mahabharata de Vyasa, el
Ramayana de Valmiki, o lo que sea, es un gran ejemplo que les estimula el
corazón. ¿Qué es lo que los atrae? Es algo que ustedes mismos no pueden
conocer: un espíritu que opera detrás de la presentación. La imaginación del
poeta los atrapa. El campo de batalla del Mahabharata, la guerra que fue la
ocasión para la entrega del Bhagavadgita, no es, por lo tanto, simplemente un evento
local.
(Extracto del libro AStudy of the Bhagavadgita, por Swami Krishnananda. Traducción libre de
Helder Morales)