domingo, 27 de junio de 2021

BHIMA MATA AL RAKSHASA DE EKACHAKRA

DESPUÉS de atravesar muchos riachuelos y paisajes hermosos, los pandavas llegaron por fin a Ekachakra. Se alojaron en la casa de un brahmín que les había acogido y se ganaban el alimento mendigando por la calle. La gente de la ciudad estaba intrigada con aquellos silenciosos brahmanes que no parecían mendigos.

Los pandavas nunca dejaban a su madre sola por mucho tiempo; recolectaban sus limosnas y luego regresaban a la casa del brahmín para depositar lo recogido a los pies de su madre. Kunti dividía los alimentos dando la mitad a Bhima y distribuyendo el resto entre los demás hermanos. Bhima siempre tenía hambre, pues por su fuerte complexión necesitaba mucha comida para quedarse satisfecho. Había un alfarero en las cercanías al que Bhima comenzó a ayudar trayendo a sus espaldas enormes cantidades de arcilla.

El alfarero estaba muy satisfecho y sorprendido con la fortaleza de aquel joven e hizo un enorme cuenco para él. A Bhima le gustó mucho y al próximo día se lo llevó con él a la ciudad para mendigar por las calles. La gente le sonreía indulgentemente al ver el enorme cuenco y se lo llenaban con sabrosos alimentos que habían preparado en sus casas.

Un día, Bhima estaba en casa del brahmín a solas con su madre. Sus demás hermanos se habían ido a mendigar. Ambos estaban hablando, cuando de repente oyeron cómo alguien lloraba dentro de la casa. Agudizaron el oído para escuchar qué pasaba y se dieron cuenta de que el brahmín que les había acogido en su casa estaba hablando con su esposa y ambos lloraban apenados. Kunti dijo:

—Han sido muy buenos con nosotros; nos ayudaron cuando no teníamos hogar ofreciéndonos su casa. Si fuera posible, deberíamos ayudarles en la forma que podamos. Bhima, quédate aquí, yo iré a averiguar cuál es la causa de su tristeza.

El brahmín tenía un hijo y una hija. El hijo apenas era un niño. Hablaban entre ellos y decían: «Yo iré », y el otro insistía: «No, iré yo». Kunti no pudo entender de qué hablaban, así que se acercó a la esposa del brahmín y le dijo:

—No he podido evitar oír vuestros lamentos y me he acercado para saber cuál es la causa de vuestra tristeza, porque si pudiéramos ayudaros nos gustaría mucho hacerlo. El brahmín la miró y le dijo:

—En verdad eres muy amable. Tu corazón está lleno de compasión por aquellos que sufren, pero me temo que no hay ningún ser humano que pueda ayudarnos. No obstante, te contaré la razón de nuestra tristeza. En la montaña cercana a la ciudad hay una cueva en la que vive un cruel rakshasa llamado Baka. Ha estado sembrando el terror en nuestra ciudad en los últimos trece años. Al principio descendía de la montaña cuando le apetecía e irrumpía en la ciudad matando a quien le parecía, para comérselo. Los habitantes de la ciudad temían que el rakshasa viniese y les matase indiscriminadamente, por lo que finalmente los ciudadanos se reunieron para buscar una solución al problema, de lo cual surgió una propuesta para hacerle al rakshasa. Una delegación fue a verle y le dijo:

«Baka, los habitantes de la ciudad están aterrados con tus ataques por sorpresa. Viven en el constante miedo de ser devorados por ti en cualquier momento. Pero si quieres escucharnos tenemos una sugerencia que hacerte. Cada semana se te proporcionará una carreta llena de excelentes alimentos y junto con ella se te ofrecerá también un ser humano. Entre nosotros organizaremos turnos para poder alimentarte como tú deseas. Pero por favor, ya no irrumpas más en nuestra ciudad matándonos por sorpresa. De esta forma viviremos con más tranquilidad y tú podrás recibir tu alimento con regularidad».

Al rakshasa le pareció bien y consolidó el pacto. Y cumpliendo con lo pactado se ha estado siguiendo esa norma durante los últimos años, de modo que en turno rotatorio, de cada casa se escoge una persona para ofrecerla como víctima al rakshasa, junto con una carreta llena de alimentos. Y mañana me tocará ir a mí. Es por eso que estamos llorando, porque si yo muero no habrá nadie que pueda cuidar de mi esposa y mis hijos, y si es mi esposa la que muere, mis hijos quedarán huérfanos porque yo ya no podré vivir sin ella. Así que hemos decidido que mañana iremos todos para ofrecernos como víctimas al rakshasa.

Kunti estaba muy apenada por la desdicha del brahmín. Le dijo:

—No te preocupes. Nadie tendrá que morir, tú tan sólo prepara la comida y yo me ocuparé del resto; tengo cinco hijos y enviaré a uno de ellos con la comida. Quiero agradecerte tu amabilidad al ofrecernos tu casa durante estos días.

El brahmín indignado le dijo:

—De ninguna manera, vosotros sois mis invitados, ¿acaso crees que soy tan egoísta que voy a permitir que sacrifiques a uno de tus hijos por salvar mi vida? Vosotros sois tan buenos, que antes preferiría morir que cometer el pecado de dejar morir a otro brahmín. Por favor, no quiero que vuelvas a mencionarlo.

Kunti le sonrió y le dijo:

—Te aseguro que mis hijos no son ordinarios mortales, son los favoritos de los dioses. Tengo un hijo muy fuerte que será capaz de matar al malvado Baka. Por favor, ten fe en mí, permíteme enviar a uno de mis hijos con la carreta llena de comida. Tan sólo te pido una cosa: no quiero que le digas a nadie lo que te he dicho.

El brahmín y su esposa no sabían qué añadir después de aquello. Kunti les había hablado con tal seguridad que no pudieron más que aceptar su oferta.

Kunti se reunió de nuevo con Bhima y después de contarle todo, le hizo la proposición. Bhima se puso contentísimo, gritaba:

—¡Madre, imagínate! ¡una carreta llena de comida!. Mataré al rakshasa, pero asegúrate de que haya suficiente comida y de que sea sabrosa. Kunti se rió y le dijo:

—La esposa del brahmín es una buena cocinera y además es muy generosa. Vamos a consolarla. Se reunieron con el brahmín y su familia y les aseguraron de que a la mañana siguiente Bhima iría a la montaña con la carreta llena de comida.

Al rato llegaron los cuatro hermanos después de la recogida de limosnas. Bhima estaba sentado en una esquina y en cuanto Yudhishthira le miró notó que en su rostro había una expresión de alegría que hacía ya mucho tiempo que no veía y dirigiéndose a su madre le dijo:

—Madre, ¿qué sucede?. Parece como si mi hermano estuviera tramando alguna jugarreta. Kunti le dijo:

—No, no está planeando nada, he sido yo quien le he pedido, que se ofreciese para hacerle un favor al brahmín que tan amablemente nos ha acogido en su casa, ayudando al mismo tiempo a la gente de esta ciudad. —A continuación le contó a Yudhishthira los detalles de lo que había sucedido durante su ausencia.

Yudhishthira después de oír lo que le había contado su madre, por primera vez en su vida se enfadó con ella, y con voz fuerte le dijo:

—Madre, ¿por qué lo has hecho?. Tú sabes lo que Bhima significa para todos nosotros. Y el papel vital que ha jugado en nuestra protección física, y, sin embargo, ahora se lo ofreces como una víctima a un monstruo detestable. ¿Crees que Bhima ha nacido para morir como una ofrenda a ese rakshasa llamado Baka? Creo que en tu gratitud a este brahmín has perdido el sentido de la proporción, pues de otra forma no hubieras actuado de un modo tan impulsivo.

Kunti no se inmutó por las palabras de su hijo y en un tono calmo le dijo:

—No creas que soy tan tonta como para actuar de un modo tan inconsciente. Es sólo debido a que conozco la fuerza que tiene Bhima que me he atrevido a sugerirle semejante plan. Ya viste con qué energía anduvo cargando con nosotros durante horas, y recuerda también cómo mató al rakshasa Hidimba. Cuando tan sólo era un niño y vivíamos en el valle de Satasringa, un día estando yo sentada en el jardín con Bhima en mi regazo, apareció un tigre; al verlo me aterroricé y me levanté para salir corriendo sin reparar poseída del terror como estaba, en que tenía un niño en mi regazo. Al oír mis gritos Pandu apareció y con una flecha atravesó el cuerpo del tigre matándole instantáneamente. En ese momento me di cuenta de que el niño se había caído rodando por la colina hacia abajo. Tu padre y yo corrimos hacia el pie de la colina asustados, pues nos imaginábamos que algo terrible habría sucedido. Pero para nuestro asombro nos encontramos a Bhima durmiendo apaciblemente y la roca que le había detenido en su descenso, estaba hecha añicos. Así es la fuerza de Bhima. Estoy segura de que matará a ese malvado Baka, para Bhima será una tarea fácil. ¿Acaso no sabes que cuando un kshatrya ayuda a un brahmín su vida en esta tierra es bendecida por los moradores de los altos cielos? De esta forma agradecemos la amabilidad que nos han mostrado el brahmín y su familia al tiempo que beneficiaremos a la gente de esta ciudad que nos han estado proveyendo de alimentos durante todos estos días. Así que no te preocupes más por ello.

Yudhishthira se sintió avergonzado por las duras palabras que le había dirigido a su madre, le pidió perdón y se dirigió luego al brahmín para decirle:

—Mi madre me ha contado la difícil situación en la que te encuentras. Estoy feliz de saber que podemos ayudarte. No te preocupes por mi hermano, es muy fuerte y con toda seguridad aniquilará a ese vil rakshasa.

Al día siguiente, por la mañana temprano, la esposa del brahmín ya había acabado de cocinar todos los alimentos para la ofrenda y llamó a Bhima. La carreta estaba repleta de comida. Bhima se despidió de todos y se fue hacia la cueva de la montaña tirando él mismo de la carreta. Muy pronto llegó a la cima de la montaña y ya se disponía a llamar al rakshasa, cuando se detuvo y recapacitó así:

—Un momento, esta comida se supone que es para el rakshasa, pero si lo voy a matar de qué le va a servir. Mejor me la como antes de matarle porque luego con las manos sucias no podré comérmela, lo cual sería trágico. Así pues, detuvo la carreta debajo de la sombra de un árbol y se dispuso a comer.

Estaba saboreando el suculento banquete convenciéndose de que su madre tenía razón al decirle que la esposa del brahmín era una excelente cocinera. Cuando ya estaba acabando de comer llamó al rakshasa con un grito. Baka le oyó y acudió rápidamente al lugar de donde provenía el grito. Y para su asombro vio que el joven brahmín se había comido toda la comida que le pertenecía a él; entonces, acercándose, le dijo:

—¿Quién eres tú?. ¿Cómo te atreves a comerte la comida que me pertenece?.

Bhima le sonreía como si no le hubiera oído y seguía comiendo lo poco que quedaba. Para Baka esto ya fue demasiado. De un tirón arrancó el tronco de un árbol y se lo arrojó a Bhima. Éste ni se inmutó; con su mano izquierda desvió la trayectoria del tronco mientras que con la derecha seguía comiendo y limpiándose la boca con el antebrazo. Luego miró a Baka y le dijo:

—Has estado viviendo en esta ciudad durante demasiado tiempo, tu cuerpo ha engordado mucho y creo que ya es tiempo de que abandones este mundo. Te ayudaré a alcanzar la morada de Yama. Quiero liberar a esta ciudad de ti y de tu despótica crueldad. Venga, prepárate a luchar conmigo.

Y ambos se enzarzaron en una lucha que duró mucho tiempo. Baka era muy fuerte pero no lo suficiente para derrotar a Bhima. Finalmente Bhima cogió a Baka entre sus brazos y apoyándolo en sus rodillas lo rompió en dos como un elefante rompe a una caña de azúcar. Con un terrible grito de dolor el rakshasa cayó al suelo muerto. Viendo a Baka muerto, sus aterrados compinches se acercaron a Bhima pidiéndole clemencia. Él les dijo:

—Si prometéis no molestar más a la gente de la ciudad os dejaré ir. Si no, sufriréis la misma suerte que vuestro amigo.

Aquellos rakshasas se alejaron de la ciudad para no volver jamás. Bhima se llevó el cuerpo de Baka arrastrándolo por las piernas hasta las puertas de la ciudad donde lo dejó para que toda la gente supiese que el rakshasa había muerto. Después se dirigió a la casa del brahmín para devolverle la carreta vacía y le pidió que no le contase a nadie quién había sido el que les había liberado de Baka. Luego se dio un baño y se echó a dormir; había comido demasiado.

Al día siguiente, por la mañana, los habitantes de la ciudad se quedaron sorprendidos al ver el cadáver de Baka. No se explicaban cómo había sucedido. Y como sabían que aquel día le tocaba el turno al brahmín se acercaron a su casa y le preguntaron qué había sucedido. El brahmín, respetando lo que Bhima le había pedido, respondió:

—Un ser celestial viéndome llorar se compadeció de mí y me dijo que él llevaría la comida al monstruo y le mataría. Hice lo que me pidió y él se fue. Desde entonces no le he vuelto a ver.

domingo, 20 de junio de 2021

Bhishma

 


Devavrata tenía 16 años cuando conoció a su padre, el rey Santanu. Cuando nació Devavrata, su madre, la diosa Ganga, había abandonado a su esposo y había partido con el bebé a los cielos, donde lo había criado durante esos años y le había brindado la mejor educación posible. Así que cuando padre e hijo se encontraron, la escena fue emocionante. Ganga retornó a su morada celestial y el rey Santanú y su hijo Devavrata comenzaron a vivir felizmente en su reino terrenal. Al poco tiempo, el rey nombró a su hijo heredero al trono y comenzó a encargarlo de algunos asuntos de Estado.

Un día que estaba de caza, encontró el rey a orillas del río a la mujer más hermosa que él hubiera visto, y se enamoró de inmediato. Se llamaba Satyavati y era la hija de un pescador. El rey no dudó un instante en ir a buscar al pescador para pedir en matrimonio a su hija. Cuando le expresó su deseo al hombre, este le dijo que estaría complacido de entregarle a su hija siempre y cuando le prometiera solemnemente que el hijo que tuvieran sería rey.

Como Santanu ya había nombrado como heredero al trono a Devavrata, y no obstante el inmenso amor que le inspiraba la joven, se negó a prometer lo que pedía el padre de la dama. Entonces se despidió del pescador con el alma hecha pedazos.

Al volver a su palacio, los días subsiguientes el rey Santanu fue cayendo en la melancolía y de pronto ya no era el que solía ser, pues la pena de amor lo estaba consumiendo. Estos síntomas no pasaron inadvertidos para nadie y mucho menos para su hijo Devavrata, que lo amaba con devoción.

Entonces Devavrata buscó al cochero de su padre, pues sabía que era quien lo acompañaba a todas partes y que además escuchaba las cuitas que el rey le contaba en secreto. El cochero, sabiendo que el monarca se estaba muriendo de amor y no queriendo que eso sucediera, rompió el voto de secreto que guardaba para con el rey y contó a Devavrata lo sucedido con Satyavati, la hija del pescador.

Sin pérdida de tiempo, Devavrata fue a buscar al pescador y su hija. El pescador le dijo que sabía muy bien que él, Devavrata, era el heredero al trono, y que entendía muy bien que por esa razón el rey Santanu no había aceptado el trato ofrecido. Pero como Devavrata amaba de verdad a su padre y no quería verlo sufrir un día más, sin más trámite le dijo al pescador que en ese momento renunciaba al trono y que le pedía formalmente a Satyavati para llevarla a su padre.

Pero el pescador era codicioso y le respondió que no aceptaba así nomás esa promesa, ¿porque quién le garantizaba que un hijo de Devavrata, o sea un nieto del rey, no fuera el futuro rey?

Devavrata quedó un momento estupefacto contemplando el grado de vileza a que la codicia conducía a una persona. Pasados unos instantes, Devavrata volvió a hablar y le dijo: Entonces no solo prometo que no tendré hijos, sino que jamás tocaré a una mujer. A continuación hizo un juramento solemne ante su madre, la diosa Ganga, ante todos sus antepasados y ante todos los dioses, juramento en que reafirmaba su promesa de nunca tocar mujer alguna.

En esos momentos, los dioses que observaban tan terrible juramento, hicieron llover flores sobre Devavrata y además cambiaron su nombre por el de Bhishma, que significa “el del terrible voto”.

Ya sin más que pedir, el codicioso pescador se salió con la suya y de inmediato entregó a su hija Satyavati para que fuese llevada al rey Santanu. Bhishma la subió a su carruaje y emprendieron viaje al palacio.

Una vez Santanu recibió a su amada Satyavati y se enteró de los pormenores, se sintió muy feliz por él y a la vez muy triste por su hijo. Entonces gracias a los grandes méritos de una vida virtuosa pudo otorgarle un don a su vástago: Bhishma no moriría fácilmente: solo moriría cuando él mismo quisiera hacerlo y no antes.

Bhishma es uno de los personajes más importantes del Mahabharata: regente del reino, patriarca de Kauravas y Pándavas, y guerrero poderoso e invencible.

 

domingo, 13 de junio de 2021

La amistad entre Drona y Draupada

Draupada humilla a Drona

Drona era el mejor maestro de tiro al arco, arte que había aprendido de nadie menos que de Parasurama. Además, había estudiado los vedas y artes marciales en compañía, entre otros alumnos, de un príncipe llamado Draupada. Eran muchachos despreocupados y buenos amigos, y en una de sus charlas, Draupada le había dicho a Drona que su amistad sería para toda la vida, y que cuando ascendiera al trono, compartiría la mitad del reino de Panchala con él. Terminada la época escolar, cada uno siguió su camino.

Pasados los años, Drona estaba atravesando por una época difícil, sin recursos económicos, y se encontraba desesperado de ver sufrir a su esposa y su pequeño hijo. Entonces recordó a su amigo de infancia, Draupada, que a esas alturas ya debería ser el rey de Panchala. Así que decidió ir a buscarlo para pedirle ayuda.

Una vez ante el monarca, Drona le recordó las conversaciones que habían tenido cuando adolescentes, respecto a la amistad de por vida. Draupada, que ahora era un monarca cruel y arrogante, no pudo contenerse y se echó a reír, diciéndole:

"¿Crees que entre un hombre rico y un hombre pobre puede haber amistad? ¿Piensas que un rey y un pobre diablo pueden ser amigos? La amistad solo se da entre iguales. ÎQué ingenuo! ÎVete por donde viniste!"

Drona partió poseído de odio y rencor. Sin embargo, como era el mejor en tiro al arco y artes marciales, llegó a ser el maestro de los príncipes Kurus (Pandavas y Kauravas), dentro de los cuales destacaban nada menos que Arjuna, Bhima, Duryodhana y Asvatama, entre otros.

En aquellos tiempos existía la tradición de que una vez terminada la educación, los alumnos entregaban un regalo al maestro (dakshina). Así que Drona pidió dakshina a sus alumnos, que gracias a él, se habían convertido en los guerreros más poderosos y temibles del reino más grande e importante ante el cual, el reino de Draupada era tributario e insignificante. Entonces Drona les  pidió por dakshina que invadieran Panchala y le trajeran preso a su rey.

Dicho y hecho. Fue pan comido para los héroes Pandavas y Kauravas, que en cosa de un par de días volvieron con el arrogante rey maltrecho y lo tiraron atado con sogas a los pies de su maestro.

La venganza es dulce, y esa dulzura debió sentir Drona al ver al rey Draupada tirado a sus pies. Ahora solo tenía que ordenarles a sus alumnos que lo mataran. Pero Drona era superior a este rey, y no era ni cruel ni arrogante. Simplemente lo hizo levantar, y le preguntó si recordaba sus palabras cuando él, en momentos difíciles, había necesitado de su ayuda. El rey Draupada tuvo que admitir que sí con la cabeza baja. Entonces Drona le contestó que aunque podía quedarse con todo el reino de Panchala, solo se quedaría con la mitad del territorio. Que le permitiría a Draupada seguir siendo rey pero de solo la otra mitad. En conclusión, le dijo que ahora ellos dos eran iguales. Que ahora podían ser amigos. Y lo despachó. Esa fue su venganza.

Quien salió ahora lleno de odio y rencor fue Draupada. Pero sabía que vengarse de Drona, para él era imposible, pues no había punto de comparación entre sus ejércitos. Entonces Draupada hizo un ritual de sacrificio con fuego para propiciar a los dioses, y pidió tener un hijo que pudiera asesinar a Drona. Fruto de este sacrificio nacieron dos hijos, niña y niño. Este último, llamado Dhrishtadyumna, fue quien años más tarde, durante la guerra del Mahabharata, decapitó a Drona.

 

 

 

 

 

 

 

 

lunes, 7 de junio de 2021

Amba o el odio más grande

 

Eran tres princesas: Amba, Ambika y Ambalika. Su padre, el rey de Kasi, había organizado una ceremonia conocida como “swayamvara”, en la que se realizaba la escogencia por parte de las mujeres de su futuro esposo.  Así que al swayamvara del rey de Kasi estaban invitados todos los príncipes y reyes casaderos de la Gran Bharata (antigua India), excepto los del reino de los Kurus. El regente de este reino de los Kurus, se llamaba Bhishma, quien tenía dos hermanastros mucho menores que él, y que estaban destinados a reinar.

Al saber Bhishma que sus hermanastros no habían sido invitados al swayamvara de Kasi, montó en cólera y entonces asistió él mismo a la ceremonia. Una vez allí, delante de todos los asistentes raptó a las tres princesas. Los príncipes y reyes presentes se sintieron ofendidos y burlados y salieron tras Bhishma que se llevaba a las tres chicas. Bhishma los enfrentó a todos él solo y los derrotó en una batalla relámpago.

Una vez en su reino, las entregó como esposas a sus hermanastros, pero Amba se negó, alegando que instantes antes de ser raptada, ya había escogido a su príncipe. Enterado, Bhishma le permitió marchar a su reino. Pero una vez allí, cuando  Amba se presentó al príncipe que había elegido, este la despreció, alegando que al haber sido raptada, Amba ahora le pertenecía a Bhishma.

Descorazonada volvió a donde Bhishma y después de explicarle su situación, le dijo que estaba dispuesta a que él la hiciera su esposa. Pero Bhishma (por razones que en otro capítulo de estos resúmenes se contarán), había prometido ser célibe de por vida, así que le dijo a Amba que lo sentía mucho, pero que él no se desposaría con ella ni con ninguna otra mujer.

Habiendo perdido al príncipe que amaba, luego habiéndose negado a casarse con uno de los hermanastros de Bhishma, y ahora rechazada por este, Amba había quedado en una situación terrible, pues ya ningún hombre la aceptaría. Y en aquellas épocas y en su cultura particular, esto era lo peor que podía sucederle. Entonces surgió en ella un rencor contra Bhishma, que en poco tiempo se convirtió en el odio más grande que en esta historia del Mahabharata se haya contado.

Recorrió el mundo preparándose para asesinar al que le había dañado su vida. Fue a todos los reinos que pudo y solicitó ayuda para su cometido, realizó oraciones, sacrificios, y mil cosas más, con tal de vengarse de quien le había hecho un mal peor que la misma muerte. Pero todo fue en vano. Los reyes y príncipes se negaban a ayudarla, pues Bhishma era el hombre más poderoso de la tierra y le temían. Además, por su terrible voto de castidad, le había sido otorgado el don de morir solo cuando él lo deseara y no antes. Desesperada, pero no derrotada, Amba se internó en el bosque durante largo tiempo a realizar austeridades extraordinarias.

Entonces el Señor Siva se fijó en ella y decidió ayudarla: “Podrás vengarte pero no en esta vida, sino en la próxima”, le dijo el Señor. De inmediato Amba encendió una pira y se lanzó en ella.

Renació pocos años después como la hija del rey Draupada y se llamó Sikhandini. Siendo mujer, no obstante actuaba y vestía como hombre, y así pudo estudiar las artes de la guerra. Con el tiempo, un Rakshasa (demonio), le ayudó a cambiar de sexo y entonces se convirtió en el guerrero llamado Sikhandi.  

El reino de los Kurus se había dividido entre los Pándavas y los Káuravas. Cuando estalló la guerra, Sikhandi estaba del lado de los Pándavas, entre los cuales estaba el Señor Krishna, Arjuna, Vrikodara, Yudhishthira, etc., y se enfrentarían a los Kauravas, cuyo comandante era el abuelo de todos, el invencible Bhishma en persona.

La guerra comenzó y Bhishma, que por si fuera poco no podía ser muerto, estaba diezmando con sus ejércitos a los Pándavas, cuya situación era desesperada. Pero el destino les ayudó, pues a pesar de su edad, y de que aún era el hombre más fuerte del mundo, Bhishma se sentía cansado de la vida y de la guerra, y les dijo a los Pándavas que podrían matarlo si una dama lo enfrentaba en combate, pues él no atacaría a una mujer.

Entonces Arjuna, el principal de los guerreros Pándavas, pidió a Sikhandi que fueran ambos a enfrentar al patriarca y que en determinado momento Sikhandi se interpusiera entre él y Bhishma. Cuando el abuelo vio en frente suyo a Sikhandi, por su visión espiritual reconoció que era Amba y entonces bajó las armas. Las flechas de Amba y Arjuna lo destruyeron. La venganza de Amba estaba consumada.  

 

viernes, 27 de noviembre de 2020

Entre líneas

La gran obra de Krishna Dvaipayana Vyasa, quien escribió el Mahabharata, no es simplemente una historia que ustedes pueden presenciar como un drama televisivo, como lo tienen en estos días. No es una novela que puedan leer en su tiempo libre por placer personal. Es un estudio de la naturaleza humana. Es una historia, sin duda, pero no meramente una historia política como la historia de Inglaterra, Europa o India, como la leen en sus universidades. Esta es una historia del carácter humano, del desarrollo de la psique humana y los altibajos del desarrollo humano a lo largo del  tiempo, desarrollo no meramente confinado a un punto particular en el tiempo. Así que se puede decir que esta gran epopeya del Mahabharata es una historia del proceso del tiempo, no la historia de la India, no la historia de los Bharatas. Es la historia de la humanidad concebida en la estructura misma del tiempo.

El término "humanidad" debe entenderse en el contexto de la creación misma del mundo, y no a la luz de los hallazgos antropológicos o históricos modernos, que comienzan la historia humana en algún momento después del 3000-4000 a. C. La historia del mundo no comenzó solo en ese momento; comenzó cuando comenzó la creación misma. Se puede decir que la historia comenzó cuando Brahma creó a Manu, o Dios creó a Adán y Eva. Por lo tanto, para ustedes, desde el punto de vista de lo que tengan que aprender del Bhagavadgita, la historia puede considerarse como un proceso cósmico. En un lugar del Bhagavadgita, el gran Maestro se refiere a Sí mismo como el Espíritu del Tiempo. Kālo’smi loka-kṣaya (Gita 11.32): "Estoy aquí ante ti como el Espíritu del Tiempo que transforma el mundo".

La transmutación es el proceso de creación y destrucción, y todos están involucrados en este proceso de tiempo, que básicamente es una mutación. El tiempo nunca se detiene ni por un segundo. Sufre una transformación. Es un conflicto entre el presente y el futuro. Absorbe el pasado en el presente y avanza hacia el futuro. Hay una actividad continua que se lleva a cabo con cada persona y cada cosa involucrada en el tiempo. Hay una confrontación de las tres fases del proceso del tiempo -pasado, presente y futuro- algo que va, algo que viene, o podemos decir más prosaicamente, algo que muere y algo que nace. Es algo parecido a una guerra. La historia de la humanidad, que es la historia de la creación en sí misma, es una historia de acontecimientos que mueren y nacen que constituyen el conjunto de la historia.

Dios le habla al hombre en el Bhagavadgita. No es un Krishna individual el que le habla a Arjuna. La simbología, la cosmicidad, la sugestión interior que es inmanente en toda la epopeya del Mahabharata es algo que hay que leer entre líneas. Los poetas no escriben simplemente líneas; los grandes poetas también escriben algo entre líneas. Esa es la grandeza del poeta. Pueden leer a Valmiki, Vyasa, Milton y Shakespeare. No solo les dicen palabras, sino que también les dicen algo que no han dicho a través de las palabras; ese es el espíritu de la poesía. Es lo que está entre líneas, entre palabras, lo que los conmueve, los estimula, los embelesa y hace que lo lean una y otra vez. Las palabras, por supuesto, se anotan en todas partes. Cada palabra del Mahabharata, cada palabra inglesa usada por Shakespeare puede estar en el diccionario y ustedes saben cuál es el significado de esas palabras, por lo que ninguna palabra en Shakespeare puede considerarse desconocida para ustedes. Pero, ¿por qué los inspira Shakespeare? No son solo por las palabras, sino por el ajuste de las palabras, la fuerza que se espera que las palabras generen al compilarlas de una manera particular. Ese es el poder del poeta. La poesía los inspira mucho más que la prosa, especialmente la gran poesía, la poesía épica. El Mahabharata de Vyasa, el Ramayana de Valmiki, o lo que sea, es un gran ejemplo que les estimula el corazón. ¿Qué es lo que los atrae? Es algo que ustedes mismos no pueden conocer: un espíritu que opera detrás de la presentación. La imaginación del poeta los atrapa. El campo de batalla del Mahabharata, la guerra que fue la ocasión para la entrega del Bhagavadgita, no es, por lo tanto, simplemente un evento local.

(Extracto del libro AStudy of the Bhagavadgita, por Swami Krishnananda. Traducción libre de Helder Morales)

lunes, 19 de octubre de 2020

Frases

 

Así como el sol disipa la oscuridad, así el Bharata por medio de sus discursos sobre religión, beneficio, placer y liberación final, disipa la ignorancia de los hombres. 

Por la lámpara de la historia, que destruye la oscuridad de la ignorancia, toda la mansión de la naturaleza es apropiada y completamente iluminada. 

La sabiduría de este trabajo, como un instrumento para aplicar colirio, ha abierto los ojos del mundo inquisitivo, que está cegado por la oscuridad de la ignorancia. 

El árbol del Bharata, inexhaustible para la humanidad como las nubes, será el sustento para todos los poetas distinguidos.

El estudio del Bharata es un acto de piedad. Aquel que lea con fe aunque solo sea un verso, se purga enteramente de sus pecados.

El hombre que con reverencia diariamente escuche esta sagrada obra, adquiere larga vida, renombre, y asciende a los cielos.

domingo, 6 de septiembre de 2020

50 Características de Kali Yuga*



Estamos viviendo la edad de Kali Yuga. Tanto el Mahabharata como el Srimad Bhagavatam nos dan una descripción vívida de esta edad. Muchas cosas las vemos en nuestro derredor y a la vez nosotros mismos nos permitimos algunas de ellas. La siguiente es una lista de algunas características del Kali Yuga o kaliyuga, de acuerdo con estos Shastras (el Mahabharata y el Srimad Bhagavatam):

1. La gente no lo pensará dos veces para cortar árboles y destruir bosques.

2. Todo el mundo comerá la misma clase de comida (no discriminarán en materia de alimentación y hábitos alimenticios) (1)

3. Aunque tengan la apariencia externa de santos, las personas caerán en el comercio y la actividad lucrativa. (2)

4. Durante Kaliyuga, un hombre solo será amigo de su esposa y considerará como sus parientes solo a quienes están relacionados con él a través de su esposa.

5. Cualquier persona que posea dinero será considerada de noble cuna y de buenas cualidades. Aquel que tenga el poder en sus manos será capaz de manipular el curso de la justicia a su favor.

6. Quien carezca de dinero y no pueda sobornar, vivirá privado de la justicia de los tribunales.

7. La gente considerará los cuerpos de agua lejanos como sitios de peregrinación, pero descuidará las peregrinaciones cerca de ellos (por ejemplo, vivir con los padres y servirlos).

8. Los brahmanes comenzarán a efectuar las tareas destinadas a los sudras. (3)

9. Los brahmanes se abstendrán de ofrecer los sacrificios y de estudiar los vedas.

10. Las gentes dejarán de hacer ofrendas a sus ancestros.

11. Los brahmanes comenzarán a comer de todo (no discriminarán en sus hábitos alimenticios)

12. Los hombres tendrán vidas más cortas, serán más débiles de cuerpo y energía, así como menos valientes.

13. Durante el Kaliyuga las mujeres usarán sus bocas para copular.

14. Bajo el peso de excesivos impuestos, los cabezas de familia se volverán ladrones.

15. En los ashrams (4), los Brahmacharis (5) caerán en conductas malvadas y complacerán sus deseos mundanos. Los ashrams estarán llenos de exhibicionistas expertos en el arte de vivir de los demás.

16. Cuando la era del Kaliyuga avance aún más, la gente que sigue el Dharma tendrá una vida todavía más corta.

17. Se venderán bienes con falsos pesos y medidas. Habrá gran cantidad de engaño asociado con el comercio.

18. Hacia el final de Kaliyuga, los jóvenes actuarán como viejos y, por el contrario, la conducta apropiada para la juventud la seguirán los viejos. Los viejos pensarán como niños y los jóvenes tendrán la inteligencia del viejo.

19. En Kaliyuga la verdad decrecerá y a causa de este daño que se hace a la verdad, el lapso de vida se acortará.

20. Las castas de brahmanes, chatrias y vaisyas se entremezclarán y los hijos así engendrados (nacerán) como sudras y estarán desprovistos de (las cualidades de) austeridad y verdad.

21. Por causa de la escasez de vacas, la gente acudirá a la leche de chivo y de oveja.

22. En Kaliyuga se transgreden las reglas sobre lo que se debe comer.

23. Los brahmanes no solo no observarán los votos sagrados, sino que criticarán los Vedas. Engañados por la lógica, abandonarán el culto y el sacrificio.

24. Al final del Kaliyuga el mundo será superado por la conducta de los bárbaros. No habrá ritos ni sacrificios. Habrá infelicidad por doquier y no se celebrarán festivales (religiosos).

25. Los hombres robarán las posesiones de otros, incluso las posesiones de las viudas.

26. Los hombres aceptarán con alegría los obsequios que les sean dados, incluso por demonios.

27. Cuando el fin de Kaliyuga esté cerca, los chatrias serán las espinas del mundo: no protegerán a nadie. (6)

28. Nadie pedirá la mano de una chica en matrimonio; ningún padre dará debidamente a una hija en matrimonio. Cuando Kaliyuga esté en su apogeo, los hombres y mujeres escogerán sus parejas por sí mismos.

29. Los reyes, descontentos con lo que poseen, usarán todos los medios posibles para robar la propiedad de los demás.

30. Cuando Kaliyuga esté en su apogeo, una mano robará a la otra.

31. Los cobardes presumirán de valientes y los valientes estarán inmersos en una cobarde depresión.

32. Durante las etapas finales de Kaliyuga, no quedarán brahmanes, chatrias ni vaisyas. Al final de Kaliyuga solo habrá una varna (8)

33. Las esposas no atenderán a sus maridos. Los hombres y las mujeres comerán todo lo que les plazca.

34. La gente se adornará con las marcas del Sadhu (9), es decir, habrá profusión de falsos sadhus.

35. La comida (preparada) será vendida en las vías públicas (de acuerdo con los shastras vender comida es pecado; esto porque el alimento es sagrado para todo ser con independencia de que tenga o no dinero).

36. Cuando Kaliyuga esté en su apogeo, cada quien actuará como quiera (afecta los derechos humanos).

37. Los brahmanes serán oprimidos por los sudras, y así atormentados los primeros vagarán por el mundo buscando protección.

38. Los sudras harán exposiciones sobre el Dharma (10) y los brahmanes los escucharán y les servirán. Así todo en el mundo estará completamente trastocado.

39. Descartando la adoración a los dioses, se adorarán los huesos puestos en los osarios.

 40. Los hombres serán adictos a la carne y al licor y serán débiles en el Dharma.

41. Las lluvias caerán en las fechas en que no deberían caer.

42. Abrumados por el peso de los impuestos, los brahmanes huirán en todas direcciones.

43. Los amigos y familiares actuarán solo por amor a la riqueza.

44. Las mujeres serán ásperas, crueles y gritonas y no obedecerán las órdenes de sus esposos.

45. Los viajeros en tránsito (huéspedes) pedirán comida y agua pero no las recibirán. Se les negará refugio y se verán forzados a dormir en las calles.

46. Las gentes dejarán sus países y buscarán refugio en otros lugares y así vagarán por el mundo lamentándose.

47. La atracción física entre el chico y la chica y no la familia ni el linaje o la clase social, será el criterio para seleccionar esposo o esposa.

48. Las trampas estarán a la orden del día en las relaciones de negocios.

49. Las habilidades sexuales serán el criterio de excelencia entre hombres y mujeres.

50. La pobreza será signo de maldad.

51. Quien pueda hacer demostraciones ostentosas (de austeridades o poderes ocultos), etc., será considerado un gran Sadhu.

52. Cepillar el cabello y vestirse, serán considerados como sustitutos del baño.

53. El propósito más elevado de la vida será llenar la barriga.

54. Mantener la familia será considerada la más grande habilidad.

55. El Dharma será seguido para ganar fama.

56. No habrá reglas para convertirse en rey. Cualquier brahmán, chatria, vaisya o sudra, dependiendo del que sea más poderoso en ese momento, se podrá convertir en rey. Y los gobernantes serán tan codiciosos, que no habrá diferencia entre ellos y los ladrones.

57. Los hogares serán lugares desolados por la falta del canto de los Vedas y por la ausencia de huéspedes.

 ……....................

*Kali yuga. Es una de las 4 grandes eras por las que va girando la humanidad. Ya hemos pasado por tres de ellas. Estas eras son:

Satya Yuga.- 1.728.000 años – La espiritualidad domina el mundo. Este Yuga está desprovisto de ignorancia y vicio.

Tetra Yuga.- 1.296.000 años – Se va introduciendo imperceptiblemente el vicio.

Dwapara  Yuga.- 864.000 años. Declina aún más la espiritualidad y la virtud. Al final de esta era ocurrió lo narrado en el Mahabharata.

Kali Yuga.- 432.000 años. El Yuga a que se refiere este artículo. En esta era estamos actualmente, y se caracteriza por el desconocimiento casi total de la virtud; el odio, la envidia, la codicia y la sensualidad dominan el mundo. La espiritualidad está en su punto más bajo y el materialismo en el más alto. Aquí se toca el punto más bajo de la evolución. La siguiente era vuelve a ser Satya Yuga, la que se retomará en un punto más alto aún, pues la humanidad se va perfeccionado en giros espirales.

(1) En tiempos védicos se prescribía una alimentación acorde tanto con las características fisiológicas como de casta.

(2) Había santos en aquellas épocas cuya única actividad era la búsqueda espiritual.

(3) Las castas son: Brahmanas (hombres dedicados a la vida espiritual), Chatrias (guerreros y administradores), Vaisyas (agricultores, comerciantes) y Sudras (sirvientes).

(4) Ashram: lugar de enseñanza tanto religiosa como cultural, en el que los alumnos viven bajo el mismo techo que sus maestros.

(5) Bramacharis: Alumnos del Ashram

(6) Chatrias, la casta de los guerreros y administradores (militares y políticos) cuya función es proteger y ayudar a los demás, se ha desvirtuado totalmente.

(8)  Varna: Casta

(9) Sadhu: Asceta, sabio.

(10) Dharma: Aunque no hay una traducción exacta de este término, en general es una conducta que está de acuerdo con las leyes universales tanto físicas, éticas, morales y espirituales.

…………………………………………………

 (Artículo tomado de Exotic India y traducido en versión libre por Helder Morales)

Fuente: https://mailchi.mp/exoticindia/hindu-temple-866753?e=8653d772a7

……………………………………………


 

 

 

Dos grandes epopeyas de la India y del Asia Sudoriental

EL MAHABHARATA Y EL RAMAYANA por Arthur L. Basham* (Extracto de un artículo publicado en la revista El Correo de la UNESCO, Diciembre de 1...